Relato vital

No es un “currículo vital” sino una “historia vital” (formación, situación actual, compromiso social, idiomas, aficiones, etc). Este currículo vital se compartirá con todos los inscritos y es necesario en todos los casos, aunque se haya participado en Seminarios previos.

Debe tener una extensión en torno a las 500 palabras.

Foto cedida por Rafa Cofiño

Ejemplo 1

Soy Teresa Eyaralar. Nací en 1958 en Asturias. Estudié Farmacia en Santiago de Compostela y a los 21 años compré la farmacia de mi abuelo en un pueblo de la cuenca minera asturiana donde ejercí 40 años hasta que decidí jubilarme hace 1 año. Cuando terminé la carrera tuve la suerte de integrarme en un grupo de farmacéuticas muy inquietas, muy comprometidas que le dieron un vuelco a lo que era la profesión en aquellos años (la farmacia como negocio y monopolio comercial no nos gustaba, queríamos farmacéuticos bien formados siempre en las farmacias y al servicio de la sociedad). En los años 80, fruto de esa inquietud y con un grupo de médicos también románticos (Mercedes, Juan Miguel, Luis etc) constituimos la REAP (Red Española de Atención Primaria) y actualmente soy la vocal de farmacia. Con 50 años leí la tesis doctoral en Valencia sobre el papel del farmacéutico en la dispensación de antibióticos con receta médica. A nivel familiar estoy casada tengo 2 hijas, una nieta y un nieto; pero nuestra familia es mucho más, es una extensa red por el número de miembros y la fortaleza de nuestra relación. Con mi marido descubrí la montaña y me aficioné a largas caminatas por picos, al esquí, la bicicleta de montaña….. Hace unos meses conocí la marcha nórdica, puedo practicarla sola y una vez a la semana me integro en un grupo. No tengo ni idea de música pero canté en un coro importante durante varios años, todavía me pregunto cómo me admitieron, pero me quedó el regustillo por la música clásica y asisto a los magníficos conciertos que el Ayuntamiento de Oviedo organiza a lo largo del año. En este momento no participo en ninguna actividad de cooperación social mas allá de los clásicos donativos pero estoy segura que esa oportunidad se va a cruzar en mi camino. Conozco bien los SIAP porque participé en muchos, hay gente muy diversa además de sanitarios así que espero seguir activamente aunque me haya jubilado. De momento me mantengo formando parte del Comité Científico del SIAP autonomía del paciente

Ejemplo 2

Hola soy Manuel Gayol y este es más o menos mi relato vital:

Nací en Oviedo hace 36 años, donde crecí con mi familia. En el instituto quería ser biólogo, pero como decían que de eso no se vivía, me decidí por hacer una carrera corta y que tuviera salida laboral. La escogida fue enfermería, que decían que era acabar y ponerse a trabajar (mucha vocación no tuve...), estudié en León, cuando terminé la carrera...... Oh desgracia, estalló la crisis económica, por tanto, tampoco es que se trabajara mucho...... Ya en Asturias, estuve trabajando alternando privada y pública.

Estudié el título de especialista universitario en Cuidados intensivos en la Universidad de Oviedo, a ver si podía trabajar de manera más estable, con lo cual estuve trabajando unos meses en la UVI. Una experiencia que recomiendo a todos los enfermeros, ya que trabajando en la UVI puedes realizar cuidados integrales a un paciente, cosa que no puedes hacer en otros servicios del hospital. Esta estancia en la UVI creo que me hizo ir enamorándandome un poco más de mi profesión.

Pero la crisis seguía persiguiéndome y viendo que cada vez trabajaba menos y que mi pareja tenía que estudiar el MIR, me aventuré a estudiar el EIR y cuál fue mi sorpresa cuando conseguí plaza y me decidí por la Especialidad de familia, aunque las experiencias previas en la carrera, no eran muy buenas (enfermeras como secretarias del médico, sin consulta propia), tenía claro que quería trabajar con las personas tanto sanas como enfermas y que algo me decía que se podía trabajar de una manera diferente a todo lo que conocía, escogí la Enfermería Familiar y Comunitaria.

Hice la residencia en un pueblo de la Asturias minera, Carbayín Alto, allí me di cuenta que se podía ejercer la enfermería de maneras muy diferentes a lo que había conocido, un trato cercano, conocer bien a los pacientes, que los pacientes te conozcan a ti, que haya una confianza mutua, que se puede hacer el trabajo fuera y dentro de la consulta en domicilios o en lugares muy diferentes, coles, institutos, asociaciones, residencias, etc..

Después de trabajar en diferentes centros de salud y consultorios tanto en pediatría como con adultos, actualmente trabajo como coordinador de continuidad de cuidados del área VI SESPA, es decir coordinador de enfermería de AP… Que complicada es la gestión….

Entre otras cosas he realizado un máster oficial de investigación sociosanitaria en la universidad de León donde gracias a mis pacientes y al trabajo fin de máster aprendí que era la soledad social y cómo influye en la salud de las personas. Soy experto en Atención Global a Personas con Heridas Complejas, ya que es otro aspecto de mi profesión que me interesa mucho.

Soy Vocal de Enfermería de la REAP, gracias a ellos descubrí los SIAP y me embarqué en esta historia con mucha confianza.

Como gustos personales me gusta hacer deporte sobre todo con mi pareja correr por la montaña, surf y ciclismo. También me encanta leer libros y escuchar podcast de historia.

Respecto a los idiomas hablo español y Fala un dialecto del occidente de Asturias, el inglés y el francés, como mi madre es maestra de esos idiomas pues ya se sabe en casa del herrero......

¡¡¡¡¡Un saludo a todos y mucho ánimo!!!!!

Ejemplo 3

Francisco Abal Ferrer (Paco Abal), nacido en Vigo y trabajando en Asturias, en una zona minera en declive por el cierre de los pozos y rural. Antes trabajé en Galicia y en Andalucía, donde aprobé la oposición. Pasar por distintas comunidades me ha aportado riqueza y una forma distinta de enfocar la vida.

Padre de tres hijos ahora ya mayores, porque en el primer relato vital que hice para un SIAP todavía los tenía en casa. Casado y con múltiples aficiones que desarrollo mucho menos de lo que me gustaría: reencuentros con amistades, xuntanzas familiares nuclear y extendida, estudio, montaña, caminatas, bicicleta, silencio, soledad, oración, meditación, entre otras.

Habitualmente muy crítico con lo que veo, oigo y leo, buscando qué hay detrás y qué lleva a dar esa versión al interlocutor a quien trato de ver como persona más que como comunicador. Detesto por ello la deriva que nos lleva a la descalificación y el insulto de cualquier otro, por eso me asquean los actuales debates políticos, el parlamento y Telecinco. Pueden pasar meses sin que vea la televisión y un telediario. Las noticias escogidas por otros para que yo las digiera no me hablan de los cercanos por los que sí puedo hacer algo.

Pertenezco a la Red Española de Atención Primaria, que es una organización multiprofesional, formada por profesionales de distintas ramas, principalmente medicina, enfermería y farmacia. Su objetivo es dar esa visión multifocal y potenciar la investigación en Atención Primaria.

No milito en ninguna organización, pero si colaboro con distintas ONG, principalmente sanitarias.

Estudié medicina en Santiago y posteriormente me formé en medicina tropical, salud pública, investigación, gestión, derecho y mediación. Así me doy cuenta de lo poco que sé. No se me dan bien los idiomas, la música, el canto ni el baile. Esa parte del cerebro queda algo atrófica.

Ejemplo 4

Mi nombre es Sara Herrero, y en esta noche en la que no puedo dormir me dispongo a escribir lo que será mi primer relato vital.

Soy nacida y criada en Oviedo, aunque eso a veces se me olvida. De lunes a viernes capital (del colegio a casa) y de viernes a domingo al pueblo, en Pría, Llanes. Antes se llamaba pasar el fin de semana con los abuelos, ahora se habla de conciliación. Dos horas de viaje en FEVE para ir y otro tanto para volver, esta línea funcionaba igual de mal que ahora: retrasos, cancelaciones y transbordos, pero yo no tengo queja, FEVE nos daba de comer, mi padre era y es maquinista. Mi madre estudió mucho para sacar una oposición en el principado cuando estaba embarazada de mi hermano, por esta época trabajaba en la Residencia Santa Teresa, una de las más céntricas y grandes de Oviedo.

En esos viajes de tren estudié, me gustaba la rama de la Salud, no me importaban mucho esas crisis de mis compañeros que querían hacer medicina. Yo no me sentía en esa posición. Cierto es que no tenía ni idea que era la medicina, y tampoco la enfermería. Aún no lo tengo muy claro. Lo único que tenía claro es que soy de natural cuidador, para mi la máxima es que la gente esté “bien” en el contexto que sea.

Estudié enfermería en León, muy a mi pesar, y como dice Julio Llamazares, “Gaste mi vida en el trabajo de volver”. Nunca volví a Oviedo, volví a Pria. Trabajo en un área sanitaria rural en el que descubrí que soy cuidadora a largo plazo. El trabajo en el hospital me satisfacía pero el no vivir los procesos vitales de la gente, (solo a turnos) y cada semana gente diferente no te permite profundizar y conocer las historias. Con esa inquietud y mucho tiempo libre por los pocos contratos que había me preparé para realizar la especialidad. Lo tenía tan claro que no cambio un segundo de esos dos años de mesa de escritorio invertidos. Esos dos años me permitieron hacer lo que quería donde yo quería, una zona semiurbana de la Cuenca Minera del Nalón.

Se abrieron en mi mente los determinantes, las causas y el famoso río arriba. También grandes ejemplos de cómo quería trabajar y como no, y de quién era yo y quien no. No podría explicar el mundo que se me abrió, y como mi tutora, con menos palabras que más me enseñó. Terminando la residencia estalló la pandemia. Recogí mi mochila y volví a Pria.

En Pria continúo actualmente, con mi pareja y con mis dos perros, a veces ambos con más trabajo en la cabeza que en el cuerpo, por eso mismo lo que nos gusta es gastar el tiempo libre en ir a correr, en la costa o en la montaña y por supuesto en cuidar a la gente que queremos.